La clave para una vida equilibrada: Hacer, Tener y Ser.

Hacer, Tener y Ser. El secreto está en el equilibrio. Parece fácil, pero cada vez más caemos en la trampa... El otro día estaba en una entrevista con el dueño de una empresa. Estaba desesperado y estaba considerando seriamente cerrar el negocio que sus abuelos habían creado años atrás. Había invertido mucho en formación, trabajaba duro, incluso más de 12 horas al día, pero los resultados eran decepcionantes.

Crisis, aumento de precios, globalización, presión fiscal, burocracia... La lista de desafíos a enfrentar es enorme. Después de escuchar su historia y observar de cerca la situación, me di cuenta de que él, como muchas personas, había caído en la trampa sin darse cuenta. Estaba violando lo que me gusta llamar la Ley Universal de la Vida. Hemos construido un mundo en el que corremos cada vez más, estamos siempre ocupados haciendo, persiguiendo objetivos y proyectos para tener algo, pero prestamos cada vez menos atención a lo más importante: el Ser. Todo comienza aquí.

No somos la casa en la que vivimos, el coche que conducimos, nuestra cuenta bancaria, las personas que frecuentamos, nuestras acciones, nuestros pensamientos ni siquiera nuestros resultados. Somos mucho más que eso. Somos seres perfectos, somos los creadores de nuestro destino, somos capaces de cambiar nuestros pensamientos, aprender de nuestros errores, corregir nuestros comportamientos, determinar nuestros resultados. Piénsalo. Las personas invierten mucho en su apariencia exterior: ropa, aspecto físico, objetos de todo tipo. El marketing nos impulsa a comprar cada vez más cosas. Eres genial si tienes ese producto, si te pareces a esos modelos, si tienes ese estilo de vida. De lo contrario, no vales nada. En la era de las redes sociales, hay una verdadera carrera por parecer, por mostrar una vida feliz, rica y gratificante. Pero en el fondo, detrás de todo eso, hay una gran insatisfacción.

El consumo de antidepresivos está en aumento. Cada vez más personas declaran estar insatisfechas con la vida que están viviendo. Hay un aura de pesimismo, desconfianza, nerviosismo y resignación que se está extendiendo cada vez más. Ese es el punto. Mientras nos centremos principalmente en hacer y tener, las cosas nunca irán realmente bien. Seguiremos corriendo para hacer más, para poder tener más. Pero siempre nos faltará algo. Cuando vibramos en la energía de la carencia, la necesidad, la escasez, seguimos atrayendo esas situaciones a nuestra vida.

Debemos salir de la trampa y cambiar radicalmente nuestra forma de pensar. Es necesario prestar atención a nuestra parte más profunda. Redescubrir nuestra verdadera esencia, recordar quiénes somos realmente. Redescubrir nuestro valor real. Somos perfectos tal y como somos. No necesitamos hacer nada para demostrar nuestro valor. No necesitamos tener nada para mostrar quiénes somos realmente. Las cosas son una consecuencia, no la causa.

CÓMO SALIR DE LA TRAMPA

Prácticas como la meditación realmente pueden ayudar. Nos despojan de todas las super estructuras que hemos creado y nos devuelven a la Fuente de todo. Seguramente has leído que solo usamos una pequeña parte de nuestro potencial. Seguramente has leído que lo esencial es invisible a los ojos. Seguramente has leído que tenemos la capacidad de crear nuestro propio destino. Todo eso es cierto. Pero no puedes lograrlo si te aferras a viejos patrones de pensamiento. No puedes lograrlo si sigues violando la Ley Universal de la Vida.

Si comienzas contigo mismo, si vuelves a nutrir tu Esencia todos los días, entonces realmente liberarás el 100% de tu potencial y obtendrás todo lo que deseas. Meditar todos los días te liberará de condicionamientos y limitaciones. Cada pensamiento y acción surgirán de una vibración de abundancia, poder, plenitud, perfección. Y solo te llevarán a obtener mejores resultados. “Todo es energía y eso es todo lo que existe. Sintonízate con la frecuencia de la realidad que deseas y no podrás evitar obtener esa realidad.” Amo esta frase, erróneamente atribuida a Einstein. Creo firmemente que todo lo que nos sucede en la vida tiene que ver con nuestra actitud mental. Somos nosotros, literalmente, quienes creamos nuestro destino y nuestra realidad diaria. Podemos cambiar las cosas cambiando nuestra forma de pensar.

Cada una de nuestras acciones nace de un pensamiento. Si quieres obtener resultados diferentes, debes cambiar tu forma de pensar. Sabes, no soy de los que creen en todo sin más. Soy un poco como Santo Tomás. Necesito probar y experimentar por mí mismo antes de poder creer en cualquier teoría. Mi experiencia personal me lleva a creer que realmente es así. Y no creo ser el único. ¿Alguna vez has pasado por períodos de tu vida en los que todo parece ir realmente mal? Se suceden eventos y situaciones difíciles (llueve sobre mojado...) y parece que todo el Universo se ha vuelto en tu contra. Luego hay períodos en los que todo parece ir de maravilla.

Golpes de "suerte" uno tras otro y los eventos parecen encajar perfectamente para llevarnos directamente hacia lo que más deseamos. ¿Coincidencias? Tal vez. No creo mucho en eso. Creo que cada uno de nosotros realmente tiene el poder de crear; no de atraer, sino de crear las cosas. Pero si no nos damos cuenta realmente de quiénes somos, si seguimos buscando la solución afuera, difícilmente lo lograremos. Todo comienza desde adentro. Todo parte de nosotros, de nuestra Esencia y de nuestro potencial infinito. Inténtalo. No cuesta nada. Desperdiciamos tanto tiempo en cosas triviales.

Detente cada día unos minutos y practica la meditación. Es el camino principal hacia tu libertad y la realización completa de tu misión de vida. No tiene efectos secundarios y, en el peor de los casos, te brindará "solo" mucha serenidad adicional. La gente piensa constantemente "Seré feliz si..." "Seré feliz cuando..." Estoy convencido de que mientras sigamos buscando fuera, difícilmente encontraremos la verdadera felicidad.

Creo firmemente que todo comienza desde adentro. Cuando realmente comprendemos quiénes somos y qué es lo que realmente importa en la vida, entonces estamos verdaderamente conectados, en equilibrio, y podemos acceder a nuestro pleno potencial y vivir la vida que siempre hemos soñado.